¿Por qué es importante entrenar el equilibrio?
El equilibrio es una capacidad que se deteriora con la edad, el sedentarismo o después de ciertos cuadros clínicos. También puede verse afectado por el estrés, la fatiga o hábitos posturales deficientes. La pérdida de equilibrio aumenta el riesgo de caídas, lo que tiene consecuencias físicas y emocionales, especialmente en personas mayores. Sin embargo, es una habilidad que puede entrenarse mediante el movimiento guiado y progresivo.
¿Cuál es el rol del kinesiólogo?
El kinesiólogo interviene desde el enfoque funcional del movimiento, sin emitir diagnósticos médicos, pero aportando herramientas clave para la reeducación del equilibrio, la conciencia corporal y la prevención de caídas desde el movimiento.
Desde su rol profesional, puede evaluar el control postural, los patrones de marcha, la reacción ante estímulos inestables y la seguridad funcional al desplazarse. Con base en esta información, puede diseñar ejercicios simples y efectivos que ayuden a mantener o recuperar el equilibrio de forma progresiva. Estas rutinas no requieren equipamiento complejo y pueden adaptarse a distintas edades y niveles funcionales.
En qué contextos puede intervenir
- Personas mayores que desean conservar su autonomía y seguridad al caminar
- Individuos con antecedentes de caídas o miedo a caer
- Procesos de recuperación funcional tras períodos de inmovilidad
- Entrenamiento del equilibrio como parte de un plan preventivo
- Programas de actividad física adaptada guiados por kinesiólogos
En todos estos casos, el kinesiólogo actúa dentro del marco legal vigente, promoviendo la conciencia del movimiento y el uso de ejercicios funcionales para sostener la calidad de vida, reducir riesgos y fortalecer la autonomía.
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